domingo, 16 de mayo de 2010

My Buddy´s



Las tres. Regreso a casa después de una noche extraña, de viejos compañeros de clase, de hombres curtidos. Me miro en un espejo cuando llego a casa mientras me pregunto por qué no has llamado, por qué no has contestado a mi llamada. Intuyo el porqué y no siento nada. He bebido, es cierto. Eso debe de disipar cientos de enigmas que no tienen nada que ver con todo esto.

El bicho duerme tranquilo, el alcohol sabe ser el bálsamo que necesito. No he podido dejar de compararme con los amigos de hace veinte años. Esta noche ha sido una noche de porqués y de por qué yo.

Entre la bruma espesa como mayonesa que me impide avanzar hacia la cama y me lleva al cuarto del ordenador donde no veo tu sombra. Todo se ha desvanecido. No tiene sentido seguir hacia adelante. Ahora escribiría la frase que he escrito y he borrado varias veces. No lo hago.

Sé que no voy a poder dormir. Sé que no voy a poder dormir nunca más.

1 comentario:

Olga Taravilla dijo...

La ausencia de una sombra... es un vacío extraño, y con una gran fuerza, hace que todo se desvanezca, hasta el sueño.. La ausencia de una sombra, me sugiere la ausencia de aquello que provoca la sombra.