viernes, 19 de junio de 2020

Dicen las estrellas que vivimos un destino indescifrable, que somos viajeros cambiando de estación sin saber a dónde vamos



Quizá si es cierto eso de que el tiempo en realidad no existe y que decisiones del futuro modifican el pasado para poderlas crear. Si es así, en mi futuro, esto que digo ya lo he tomado como una forma de vida. Las acciones de hoy e incluso las de todos los días de mi vida están condicionadas por esa fuerza interior que nos impulsa.

No me gustaría irme de aquí sin haber escrito al menos un libro, haber desarrollado una idea singular, haber amado a alguien de verdad. Empiezo a sospechar que es lo mismo.

Se abren ante mí muchas posibilidades porque algo dentro me impulsó a crear las circunstancias (algunas lo hicieron y otras no) y por alguna razón aposté por ellas.

Por ejemplo, no fui marino porque en el último instante cambié las preferencias en la hoja de selectividad y en lugar de estudiar ingeniería naval, estudié química. Hay momentos en la vida en los que una decisión que dura un milisegundo cambia el rumbo de la línea temporal en la que vives... según la física cuántica eso sucede a cada instante. Mientras escribo y decido qué decir y entre lo que lees o no quieres continuar leyendo... a cada instante se crean millones de infinitas posibilidades y algo en el universo les concede un orden, un relato coherente que nos habla de cordura frente al caos.

He de aprender que todo lo que empiezo tengo que acabarlo.

Dicen las estrellas que vivimos un destino indescifrable, que somos viajeros cambiando de estación a cada instante, sin saber muy bien a dónde vamos, aunque acabaremos llegando al destino que nos está determinado desde el día en que nacemos.

Creo que la vida es la lucha para salir de eso, que cuando Buda se sentó sólo lo hizo por bajarse y no seguir con esa carrera hacia ese destino, detener el tiempo, algo así como un "yo me bajo aquí, vosotros haced lo que queráis".

Luego llegaron los que lo analizan todo para tener algo que hacer con su vida e instauraron algo así como un manual de instrucciones.

Todos los libros sagrados me han parecido una guía, paso por paso, hacia un sinsentido.

Quizá por eso me importan tanto las cosas y al mismo tiempo las abandono, porque en el fondo creo que nada importa del todo, que si no nos bajamos llegaremos a nuestro destino y si nos bajamos, qué aburrimiento. Y así siempre, debo de ser un alma que reencarna muchas veces porque siempre llego a este bucle y bueno, pues eso, entro en bucle.

En ésta lo intenté con lo que estaba de moda, la innovación técnica y todas esas cosas. No sé. Creo que al final es lo mismo siempre, me esforcé y gané y perdí y volví a ganar.

Me ha gustado vivir. A ratos.

He vivido cosas interesantes.

Me hubiera gustado quererte de verdad, pero creo que eso ya va a ser improbable.

Supongo que escribiré el maldito libro desde algún lugar donde se haya parado el tiempo.

2 comentarios:

Jo dijo...

Por ahi dicen eso de ... -cuéntame tus planes, y el destino o.2020 se encargará

Querer de verdad ha sido encantador no lo cambiaria por nada, a pesar de perder o del cambio de planes gracias al destino...

Espera a la primavera, B... dijo...

El 2020 tiene planes que nosotros no imaginamos aún...

Gracias por tus comentarios... siempre.