domingo, 22 de septiembre de 2019

Sólo a ratos



Últimamente sin palabras. Me pregunto si siempre será así a partir de ahora. No tengo ganas de casi nada. Es extraño. Sigo por inercia y me doy cuenta que es algo que llevo haciendo desde hace años. Creo que nadie a mi alrededor lo diría. Lo mío es puro pedalear para no caerme de la bicicleta sin saber muy bien a dónde voy.

Hoy le he dicho a un amigo algo así como que me equivoqué en esta encarnación; que mi alma aceptó un reto que en realidad no quería aceptar. Sólo quería pasar tiempo con otras almas con las que ya había estado. Acepté esto. No me quejo, pero en realidad debería haber estado en otra parte, con otra gente, aprendiendo otras cosas.

Quizá me equivoque.

Es lo más probable. Al final todo es aprendizaje.

El otro día escuche un podcast sobre la ley de la atracción y la psicología postiva. Cada vez tengo más claro que estoy apostando por algo sobre lo que no debería hacer. Pero lo hago.

Por inercia.

No creo que la inercia sea algo malo. Es algo. No creo que me gustara caer y tener que levantarme de nuevo. Al menos aparento estar vivo. No sé si por mucho tiempo.

Siguen llegando visitas a casa de mi madre. Yo estoy muchas veces. Me duele pensar que todo sigue, que cuando no estamos no se nota la ausencia el cien por cien del tiempo. Sólo a ratos.


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