lunes, 2 de septiembre de 2019

No tengo mucho que contar



Estos días he ido soltando cosas. No sé si eso es bueno, lo que sí creo es que uno va recogiendo responsabilidades que tienen que ver con los demás y eso acaba en un vivir la vida de otros en lugar de la de uno. A veces es bueno aceptarlo y otras es bueno cambiarlo.

Estos días volé una comenta que se soltó y se fue a ninguna parte. Como otras veces. No importa, todo ocurre por algo.

Lo cierto es que durante estos días de reflexión me he dado cuenta de que tal vez me equivoqué en mis objetivos. Siempre digo que volvería a hacer lo mismo porque en el fondo quiero creer eso, pero no es cierto del todo.

Creo que le debo al niño que fui y al hombre que soy escribir una historia de verdad, y supongo que en todo ese proceso de darme cuenta siempre estuvo ella. Si no hubiera estado, nunca hubiera seguido escribiendo.

Sé que soy un escritor mediocre y que no tengo historias que contar que merezcan la pena. Pienso que más bien es un "ve a por ello" que un "ojalá". Tenía la intuición de que la vida iba más de lo que consigues de que lo que tienes que contar.

Nunca se me dio bien contar historias. Soy más bien de silencios y dejar pasar el tiempo.

Me hubiera gustado tener la energía para hacerlo todo, pero en realidad siempre he sabido que no la tenía.

2 comentarios:

JLO dijo...

justo compré una cometa después de mil años este fin de semana y tu escrito y experiencia me parecen una señal directa... saludos...

Espera a la primavera, B... dijo...

Nada es casualidad. Sigue la señal. Es probable que, de algún modo, sin saberlo, lo haya escrito para eso.