jueves, 17 de mayo de 2012

Love of lesbian



"Cuatro mil días después de aquel año obcecado
detecto que al fin te dignaste
a cumplir con la cita inaudible,
y me alegro, y me enfado a la vez.

Después de estudiar con cuidado este caso
ejerciendo a la vez de fiscal y abogado,
de juez imparcial,
sentencio lo nuestro
diciendo que el fallo más grande
pasó por guardar
solamente los días más gratos
y olvidar los demás...."

Estos días no dejo de pensar en los últimos días, qué distintos fueron para cada uno de los dos. El tiempo acaba por erosionar cada uno de los recuerdos hasta redondear todas las aristas, el tiempo se vuelve casi siempre el peor aliado, el mejor enemigo.

Estos días, me muevo por lugares extremos, me remonto a las últimas consecuencias y sólo veo un gran surco por donde antes corría el agua. Tiene gracia que ahora el agua sea lo más importante en mi vida pero no llena el cauce de lo que pudo ser muy bien, nuestra vida.

Tengo la corazonada de que nos volveremos a ver algún día. No lo deseo, pero el dios de las casualidades me ha enseñado que es él el que manda y tiene propensión a ponerme antes problemas irresolubles o que se solucionan a destiempo. Sé que nos volveremos a ver y que las circunstancias habrán cambiado, que tú y yo habremos cambiado. 

Ahora es tiempo de irse, de abandonar esta última promesa sin cumplir. 

Por si acaso, llama. Nunca se sabe. Así sabré que aún me lees.

Nunca he perdido la esperanza de que las últimas palabras fueran ciertas y que, a pesar de todo, aún me echases de menos.

Nunca sabré si las cosas hubieran funcionado. Últimamente las cosas me funcionan bien. Raro, pero me he esforzado tanto... quizá las cosas vayan cuajándose poco a poco. El caso es que creo que el tiempo me va a acabar dando la razón, ¿pero quién quiere la razón después de todo?


1 comentario:

Kaoki dijo...

Qué decirte ya?

Que por fin parece que descubro tu sonrisa...

Muxu bat