domingo, 21 de enero de 2024

Innsbruck



Llegó Plutón a Acuario. Plutón forma un trígono con mi Plutón natal. En cuatro días Urano se volverá estacionario justo en conjunción sobre mi Saturno natal. Sé que parece un jeroglífico y probablemente lo sea. Es una señal del cielo.

Anoche, cuando Plutón dijo adiós a Capricornio, dijo adiós con ello a toda mi familia, a todos los años en los que he intentado hacer fortuna, a mi viejo coche al que disculpo diciendo que no suelo cambiar aquello que funciona. Y sigue arrancando y llevándome lejos sin rechistar ni una sola vez. Dije adiós al nombre de mi compañía, que unos alemanes recurrieron y ganaron porque dicen que se parece a su marca, adiós a todos los sueños que tuve y a todos los proyectos que alguna vez me conmovieron, dije adiós y solté todo menos el poder escribir.

Nací bajo la influencia de Urano y Plutón. Mala combinación. De Urano heredé la necesidad de ser distinto, de encerrarme en mi cueva para ingeniar ingenios. Si no hubiera sido ingeniero hubiera sido escritor. Mi hermana solía decirme que no nací ni para la empresa ni para los números, si no para las letras. Mis mejores amigos, los únicos que saben que escribo no dejan de decirme que escriba, pero por alguna razón no puedo, y ya a mi edad lo veo difícil.

Hace poco encontré una carta de una una compañera del primer curso de narrativa. Recuerdo que fuimos quedando y también encontré los mails que me enviaba. Para mí era un misterio como aquella muchacha inteligente me escribía. Ahora es profesora de física avanzada en una universidad de prestigio a los pies de los Alpes. La busqué en youtube y me quedé helado cuando escuché de qué hablaba: sobre lo que mismo que yo estaba escribiendo en mi novela abstracta e inacabada (casi "inempezada"). Me puse en contacto con ella, le escribí y está escribiendo su primera novela, casi al mismo tiempo que yo la mía. Veinte años después! a veces el azar tiene forma de algo reconocible, se parece a un plan ideado por alguien que teje hilos de tela de araña para atrapar cosas que no sabemos aún que existen.

Supongo que todo tiene su momento.

Supongo que las cosas van a ir a peor antes de ir a mejor.

Me gustaría haber hecho bien las cosas y no llegar a este momento tan al límite, haber conservado la salud algo más de lo que lo he hecho. Me gustaría no haberme perdido o saber dónde buscar para encontrarme.

Me gustaría haber sido más valiente y menos tozudo, menos amable ante la injusticia, más directo, más feliz y menos huidizo.

Al final he podido solucionar cosas. Quién sabe

Quizá aún esté a tiempo de poder vivir.



No hay comentarios: