miércoles, 4 de diciembre de 2013

Conozco tanto eso del miedo a lo desconocido...


Supongo que el destino es muy extraño. Llevo varios días perplejo antes un millón de inverosímiles coincidencias, cosas que pienso y pasan, personas que aparecen como surgidas de la niebla...

Me gustaría creer que todo obedece a un plan, un plan que se ha quedado obsoleto y discurre por su cauce mientras yo me he quedado atrás, en una vía muerta a la espera de que ocurra algo.

A veces me siento así. Como si me hubiera detenido en el camino que tenía que llevar agua allí donde la necesitaran. Lo cierto es que no tengo la sensación de haber abandonado, sino que estoy en un momento de stand by y que dentro de poco volveré a retomar ese camino.

Si lo que está ocurriendo es real y no otra señal más de que me estoy volviendo loco, en breve volveré a mis nuevas obligaciones.

Estoy acabando una segunda patente, también relacionada con el agua. Si me la financian será lo que la electrónica supuso a la aparición de la electricidad: una evolución y un nuevo lenguaje, en química y en la conservación del medioambiente.

Pero esa es otra historia...



No hay comentarios: