jueves, 12 de diciembre de 2013

Alguna vez tenía que intentarlo, las catástrofes siempre suceden cuando alguien decide que va a cambiar algo que ya estaba bien como estaba


"Nunca antes
había escrito algo
que se pareciera
a un poema.

Los poemas no pagan facturas
Como mucho
el director de mi banco
diría al leerlo
"muy bonito,
¿dónde está mi dinero?"

No le pienso hablar
de ti
y de mí,
de que me quitas
la vida

No le voy a hablar
de la pluma que encontré
ayer
en el lugar en el que había
predicho
la luz de mi sueño.

A veces me pregunto
(ya sé que no es bueno preguntarse)
si no estaré, en realidad,
loco.

No loco de quererte con locura
que de eso sí lo estoy;
y me gusta

sino loco de verdad
de los que imaginan cosas
que no suceden
por mucho que
cierren los ojos
y aprieten los dientes

y trabajen los domingos
en filosofar piedras de hierro
para convertir en oro
todo lo que reluzca.

No sé.
Tengo miedo de estar loco
por si tú me dejas
 un día
por extravagante

Tengo miedo de que
sea imposible que el universo
quepa en un frasco.

Creo que dejaría de soñar
si tú me lo pidieras,
pero no me lo pidas
porque lo haría sin pensar

y dejaría de escribir al menos
este poema.
Se borraría él
y me borraría yo.

Y le devolvería al banco
lo que es suyo
y el director de mi banco
me diría "muy bien, así me gusta"
Y yo ya no sería yo

y no podría quererte como
te quiero ahora,
me faltaría poder creer que
algún día,
pronto
te regalaría un universo que
te cupiera en la palma de tu mano,
en el frasco
de tu vientre".

No hay comentarios: