domingo, 23 de marzo de 2008

Bicho bueno que muerde


Hoy lo he entendido. Lo del bicho, me refiero. El bicho está siempre presente y hay que cansarlo, cansarlo con carnaza de tiempo, con lagunas de olvido, espacio y tiempo perdido, para siempre quemado, tiempo que no lo utilizas en provecho tuyo, sólo sirve para dejarlo caer al suelo, tiempo que no vives, que se lo das a él para que juegue como un gato con un ovillo de lana...
¿Qué sería de nuestras vidas si no tuviéramos que pagar ese tributo al bicho? Por que no te engañes, si has leído hasta aquí es porque tu bicho o tu esfinge quiere entretenerte con esta historia para que no pienses en la tuya. Dime ¿qué sería de tu vida si hicieras lo que a tí (y no al bicho) te gustaría hacer? Ahora no me vengas con que te gustaría que te gustara hacer esto o aquello. Quiero decir que tú sabes qué es lo que te gusta y te pones excusas... te pones trabas... ¿qué pensará la gente, verdad, si decides que no vas a ser lo que otros quieren que seas? ¿Cómo vas a tirar por la borda todo ese esfuerzo y toda esa educación que te ha dado un puesto entre toda esa gente que no te conoce y que sólo espera de tí que no le perturbes y que le proporciones dinero para poderlo gastar en sus cosas? ¿Qué quiere realmente la gente? ¿Qué quieres tú de verdad? Y claro, se trata de aparentar... ¿qué? Se trata de ir con la cabeza alta, de no ser un paria, de no inspirar lástima... Tienes una dignidad... ¿dignidad u orgullo? Está bien, digamos que dignidad... ¡Pues a la mierda con ella!
Está bien. Tienes hijos. Quizá tengas que conseguir dinero para alimentarlos, vestirlos, cuidarlos... sí, yo también lo he hecho. Es lo que hay que hacer... por eso el bicho odia a los niños, por eso el bicho adora a los niños, porque los niños te liberan de él y al mismo tiempo te encadenan a él. ¿Has pensado alguna vez que sería de tu vida si realmente fueses libre? Tal vez el bicho te dejaría en paz... porque el bicho te grita porque vive en una jaula a la que le has condenado. El bicho te odia profundamente por ello y sin embargo sólo aquel que es capaz de odiar a muerte es capaz de amar hasta lo más profundo. Amor y odio son lo mismo en el lenguaje del bicho... ya deberías saberlo, nos hemos mirado a los ojos y él te lo ha dicho.
Ahora será mejor que lo canses... duerme, empieza otro día y ocúpalo. No pienses, no hagas, no te preguntes.

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