Creo que fue la época en la que estuve más motivado en toda mi vida. Me pregunto qué hubiera pasado si hubiese dado el paso definitivo.
Nunca doy el paso. Llevo veinticinco años dando vueltas sin saber a dónde voy. Y eso es mucho tiempo: es demasiada incertidumbre, demasiado hilo por desenredar.
Hoy ha pasado una de esas sincronicidades que tanto me gusta descubrir. No sé dónde me llevará. Creo que al final sí iré a alguna parte. Quien escoge a dónde ir es el que acaba por llegar a donde quiere.
Tres señales en dos días. La última provocada.
Debo seguir las señales.
Quizá sí que hoy sea el primer día casi veinte años más tarde.
2 comentarios:
Mi abue siempre me decia que confiara en mi inuición en ustedes los homvtes no me acuerdo co o se le llama... ¿Corazonada?
No creo que se pierda el tiempo... Te distraes y te ocupas y se pasa...
Nada pasa por casualidad
Publicar un comentario