martes, 8 de diciembre de 2020

Es por ti


 

No sé si sabré escribir en tercera persona. Tengo la sensación de que si no he escrito nunca nada largo es porque sé que no sé escribir como si fuera otro el que lo cuenta. Me pregunto si alguna duda similara a esa me ha confundido algún otro aspecto de mi vida y si eso es lo que me ha llevado a vivir esta vida a medias que vivo, haciendo demasiadas cosas al mismo tiempo y sin acabar de apostarlo todo por alguna en detrimento de las otras.

Creo que algunas veces lo intenté y no pude. Aunque aparentara que lo daba todo por un proyecto siempre tenía en la cabeza otro tan ambicioso o más; cuando he acabado de presentar una patente ya tengo otra que la supera. Y no soy malo en ello. He ganado premios de innovación y he viajado por medio mundo invitado por organizaciones y universidades importantes: Silicon Valley, Zurich... reuniones con UCLA, MIT, proyectos con universidades y grandes empresas europeas... Mi agente de patentes dice que las mías son muy buenas, algunas alcanzaron la máxima valoración por parte de los evaluadores de agencia europea de patentes, e incluso una la catalogaron de estratégica para los intereses de la Unión Europea; pero sigo sintiendo esa voz que me dice que no soy lo suficientemente bueno en nada. 

Me gustaría saber escribir esa historia en la que le doy forma a todo eso que llevo años imaginando. No sé si tendré tiempo, si debí empezar a escribirla hace años, el caso es que sólo hace unos meses que la tengo clara y que necesita salir de mí, de que ésta es la historia de mi vida, el porqué estoy aquí, la razón por la que sobreviví al accidente de coche de hace veinticinco años, la histora que debe ser contada a través de mí.

Y claro, tengo miedo a no saber hacerlo. Como en tantas cosas antes, el fracaso es la opción con más opciones y no me siento preparado. 

Hace un año me propuse leer las novelas con más éxito en los últimos años para aprender cómo se abren y cierran subtramas, qué personajes van a estar y dónde va a transcurrir la historia y me di cuenta que ese no era el problema, que mi problema es otro... que apenas sé escribir de forma literaria. Antes pensaba que eso era algo bueno, porque podía expresar las cosas de forma sencilla y directa; pero luego me he ido dando cuenta de que el placer de leer tiene que ver tanto con el lenguaje como con la historia que cuenta.

Que una novela es un cuento que hay que saber contar, una guía de viajes y no un mapa, un diario íntimo y no un currículum. Y creo que todo eso se me ha ido olvidando mientras la historia crecía en mí, la otra parte que soy (o que era) fue perdiendo el contacto con los contadores de historias... y queriendo ser las dos cosas, ahora tengo la sensación de que no soy ninguna de ellas.

Supongo que sólo lo podré saber en cuanto empiece a escribir.

También tengo la sensación de que tengo que escribirla pronto o alguien se me adelantará.




3 comentarios:

Alexander Strauffon dijo...

Muy profundo y emotivo tu escrito.

Jo dijo...

Stephen King tiene un libro maravilloso. Seduce por la manera en que revela su pasión por su oficio. La manera en que pone su oficio al servicio de expresar ese amor. Sí, es cursi. Yo soy cursi explicandolo así; se llama "mientras escribo"

Y también habla de que escribir no es de concursos ni cursos... se trata de lo que sientes...

Jo dijo...

Steinbeck y Stephen King también sugieren escribir para una persona.
Que escribas con alegria con prisa y con emoción para el las razones correctas... haz caso de ellos no de mi 😋