A veces me pierdo, no encuentro las miguitas de pan que dejé para encontrar el camino de vuelta. Creo que ha sido precisamente en esos momentos cuando habitualmente me he decidido a tirar hacia adelante. Pero ahora no sé por qué no puedo.
A veces lo peor es creer que hay una vuelta atrás.
A veces lo peor es huir hacia adelante.
Nunca sabes qué te va a deparar el destino. Nunca sabrás qué hubiera pasado si hubieras hecho esto o aquello otro...
Y sigo sin saber qué decir, como si algo dentro de mí se hubiera secado definitivamente. Hace tiempo que ocurrió pero ahora siento que ya no es posible recomponerlo.
4 comentarios:
Buenas.
Va usted a perdonarme, pero hay un pegamento que se encarga de recomponer y dejar como nuevo lo que los otros no pueden.
Se llama cabezonería, constancia y dedicación.
Búsquelo dentro...Una vez lo encuentre...voalá!
Besos.
Cuídate.
Sé feliz.
Ciao.
;-P
Yo no creo que haya un destino grabado e imposible de cambiar, creo que incluso cuando nos parece demasiado tarde, siempre se puede hacer algo, para cambiar aquello que deseamos o con lo que no estamos a gusto, aunque sea ya no para evitar o conseguir algo, sino para por lo menos no quedarnos con el hubiera atravezado... por lo demás, creo que a todos no embarga un sentimiento así, como de desesperanza, desasosiego, de melancolía, que nos hace ver de color gris a nuestro alrededor, en mi caso es algo casi cíclico, conozco muy bien a esa bestia en mi cabeza como le llamo yo, así que cuando me llega, ya sé como mantenerla a raya...perdón, por extenderme, creo q es la segunda vez q te escribo y ya estoy aquí contándote mis desvarios, jeje.
Hagale caso a Heidi, casi todo tiene su pegamente, excepto...Un abrazo.
Puede ser que esto sea Peratallada? Se le parece...
Nunca hay vuelta atrás, pero los sueños futuros no son mucho mejor.. el camino a veces se difumina demasiado
Ánimos!
Publicar un comentario