domingo, 3 de octubre de 2010

Conclusiones


En primer lugar quisiera disculparme por no contestar a los comentarios. En cierta forma me he ido, ya sé que sigo escribiendo posts pero siento que yo no estoy aquí. Es difícil de explicar. No sé si sabría o podría ponerlo en palabras. Últimamente me cuesta demarramarme en letras. No pido comprensión, no puedo pedir algo que yo soy incapaz de hacer.

Este fin de semana me he dedicado a ordenar y limpiar, arreglar cosas pendientes, leer... y me he leído el primer año y medio del blog y he pensado dos cosas:

- 1. Estaba muy jodido cuando Esther se fue; me costó casi dos años volver a abrirme, básicamente pensaba que yo debía tener algo malo que no podía entender. El primer año y medio del blog es un querer volver a confiar, es querer sacar una conclusión positiva. Volví a abrirme y conocí a la chica de la bicicleta, recuerdo que yo empezaba a estar bien, fue por entonces que me dio por la sidra, por escribir cosas divertidas, me releo y pienso que estaba en un buen momento de mi vida a pesar de todo.

- 2. Durante el primer año y medio me sentía derrotado. Pero a partir de mayo del año pasado empecé a cambiar, a ser más optimista, empecé a tener esperanzas, empecé a dejar de preguntarme por lo malo, no sé creo que me curé de la herida o, por lo menos, estaba casi curado.

Después de leer desde febrero del 2008 a septiembre de 2009 he sacado una conclusión. No cambiaría nada de lo que pasó durante aquellos meses. Todo lo que ocurrió me sirvió para salir hacia adelante, para reafirmarme en mis principios, para sacar fuerzas de flaqueza, para decidir por fin que iba a luchar.

Puede que haya gente que piense que escribir un diario en un blog es una tontería. Son las mismas personas que si escribieran uno ellos y tú les dijeras que es una tontería se enfadarían contigo y se sentirían tan ofendidas que puede que te retiraran el saludo. A mí me ha servido de mucho, ahora, al releerme veo que detrás de ese desencanto que es que te desprecien hay una lucha por averiguar qué es eso que te hace tan poca cosa a los ojos de otra persona. En este blog lo busqué y no lo hallé. Y al no hallarlo pensé que tal vez eso tan malo no existía.

Sospecho que este último año me ha vuelto a pasar lo mismo. No he contado casi nada en este blog por respeto. Puede que haya ejercido mi derecho a la pataleta en algunas entradas pero no he desvelado los detalles.

Creo que debería empezar a plantearme si no será que debo dejar de dar por cierto todo aquello que me dicen. He de empezar a dudar de si lo que me dicen es verdad o no, y sobre todo, debo empezar a pensar en protegerme a mí primero. Eso va en contra de mi forma de ser pero visto lo visto, es mejor que lo haga. Será que porque yo no sé mentir, no concibo que alguien me mienta y se aproveche de ello.

Luego está lo del trabajo. Me siento tan estafado... fui yo quien les propuso el negocio! y ahora me tratan como el culo, me ponen unas condiciones inaceptables y espérate que todavía no ha acabado aquí, espero todavía más movimientos oscuros por su parte.

Supongo que eso me pasa por creer que los demás se rigen por los mismos valores morales que yo, por la misma ética.

Es como lo que piensas respecto a la calle. Puedes pensar que la calle no es de nadie o puedes pensar que la calle es de todos. Si piensas que la calle no es de nadie no te preocupas de mantenerla limpia, de mantener un orden, total, la calle no es tuya, no es de nadie... Si piensas que la calle es de todos te preocupas porque también es tuya.

Yo me fijo mucho en eso, creo que debe haber un orden y un orden en igualdad de condiciones para todos, los mismos derechos y las mismas obligaciones. No soporto que alguien con un título X se crea que es mejor que otro que no ha estudiado en X, o que no pertenece al club exclusivo de Y. No soporto las organizaciones elitistas que sólo conspiran en en favor de sí mismo en lugar de utilizar ese poder para crear una sociedad mejor. No. No creo en las fracturas sociales, no creo en el "sólo me siento seguro perteneciendo al grupo X, que se mueran los demás".

Estos días he tenido la suerte de conocer a L. y uf! de compartir muchas palabras, me ha subido la autoestima saber que existen personas que piensan igual que yo, que sienten y actúan como yo lo siento y como yo actúo. Creo que cuanto más te abres al mundo más claro tienes que si no hay una ética, un respeto, no se llegará a ningún buen puerto.

Y puede que si hubiera actuado de otra forma hoy no pasaría los apuros económicos que estoy pasando. Y puede que no me hubieran engañado porque hubiera pensado mal de antemano. Pero es que... si tengo la oportunidad de ayudar a alguien no puedo no hacerlo. No podría mirar a la cara al niño que fui y justificar el no hacer nada. Quiero vivir en una sociedad mejor y para ello debo poner mi granito de arena. Y mi granito de arena no es vender equipos de agua a las bodegas, mi granito de arena es llevar agua a quienes lo necesitan.

Y sigo escribiendo mi novela y sigo mirando dentro de mí para arreglar cosas... y sigo esperando contestarte los comentarios... y sigo esperando... a la primavera, Bandini.

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