lunes, 21 de abril de 2025
Curas de urgencia
martes, 15 de abril de 2025
El amargo don de la presencia
Siempre digo que suelo llegar a la vida de alguien para que se recupere de algo. No es que lo diga por decir, el guión casi siempre es el mismo: llego y hay un cambio de trabajo, un cambio de domicilio, un cambio de pareja, un cambio de destino.
Y yo estoy ahí.
Me hubiese gustado tener a alguien como yo al lado en los últimos años. Hago reír, hago soñar, hago poner los pies en el suelo. Abro portales estelares o abro botellas de vino, depende del momento, pero sobre todo estoy ahí.
Luego todo pasa. Me olvido o me olvidan. Es algo kármico. Casi siempre me voy yo. Es un pacto que tenemos. Voy desapareciendo poco a poco o de golpe. Es fácil desaparecer, sólo tienes que dejar de hacer lo que fuese que hicieras para llamar la atención.
Estos días estoy haciendo reformas en mi piso. Estoy poniendo parquet y voy a pintar de gris las paredes. La vida es cambio. Dejar el piso de mis padres está siendo duro. Gerard contrató a una emprea para vaciar el piso y cuando fui ya habían entrado y se lo habían llevado casi todo. Toda la vida de mis padres y gran parte de la mía.
De mi hermana ya no queda casi nada.
Apenas sus hijos.
Sentí morir a mi hermana. Mi madre y yo nos despertamos al mismo tiempo y salimos al pasillo. Nos miramos y decidimos dejarla ir. A un kilómetro de distancia ella se dejó ir. No imaginaba que casi once meses después lo haría la persona que tenía en frente. Todo se va. Si he aprendido algo estos últimos años es que hay que aprender a decir adiós.
Hay que decidir dejar ir lo que tenemos agarrado.
Hay que soltar para que nos suelten.
Parece fácil, al menos decirlo. Lo fácil, a veces, es lo que más cuesta.
Hacía días que no escribía. Estamos en semana santa y apenas había escrito tres entradas. Pienso muhco en María B. Me gustaría que María B fuera una persona más sencilla, pero no conozco a nadie que tenga tantos frentes abiertos.
Nunca mejor dicho.
No sé si quererla o estar ahí hasta que, como sospecho, se irá. Me gusta cuando dice que nadie pela mandarinas para ella. Me hace gracia y al mismo tiempo noto que es algo importante para ella. No soporta el olor de las pelas en sus manos y, al mismo tiempo, le gusta su sabor...
Y a eso se reduce todo
miércoles, 2 de abril de 2025
La herida
Si pudieras leerme escribiría cosas bonitas. Cosas bonitas que te contaran la fuerza que todos tenemos por sólo nacer y sobrevivir en un lugar al que venimos sin nada. Te diría que todo irá bien aunque no lo sepa, porque quiero que todo te vaya bien a pesar de que no tenga nada que ver contigo. Te lo diría porque me recuerdas a alguien a quien me hubiese gustado decírselo y no pude. Uno hace las cosas tarde casi siempre, cuando ya no hay remedio, cuando el destino ya ha golpeado cuando más débil estabas.
Si pudieras leerme escribiría cosas que tienen que ver con las mariposas azules que viven en un lugar recóndito del bosque, el claro del bosque desde donde se puede ver cielo de los primeros días de primavera, a donde pertenecemos sin ni siquera saberlo, somos almas llenas de la frondisidad de las tierras del norte. Si puderas leerme sonreirías porque sabes que es cierto.
Te diría "vamos a las montañas" e iríamos con las mochilas ligeras. Yo necesito todo eso tanto como tú. Necesito el gran silencio de las montañas y el sol, hablar en el lenguaje de los árboles y el agua. Necesito saber que todo eso significa algo a lo que no soy capaz de darle nombre por mucho que exista dentro de mí. A veces pienso que es lo único que importa, dar tiempo y espacio al animal que nos habita, cuando el cuerpo sólo es una cueva en la que entrar y refugiarse de los otros.
A veces me aislo, me había construido una vida para poder hacerlo. Como ahora, que estoy en un bar de carretera escribiendo esto, un miércoles a las 12 del mediodía, nunca sabrás lo iguales que somos porque nunca nos conoceremos. Nunca sabrás que tenemos heridas parecidas aunque no sean igual de profundas. Por eso trato de hablar contigo y me mantengo a distancia. A veces no puedo, me acerco demasiado. Sé que me acabarás mordiendo, pero el mundo es eso; morder o ser mordido, tratar de querer a pesar de no saber qué es y con todo por delante para no saberlo nunca.
Por eso me gusta que me cuentes historias aunque no sepas contarlas porque al hacerlo para ti misma, cicatriza algo antiguo, algo que no tiene nada que ver con el amor y al mismo tiempo no haya nada que se le parezca tanto.
Gracias por haberme enseñado tanto en tan poco tiempo.
Ojalá encuentres eso que te haga sentir como en casa.
Lo deseo de veras
lunes, 20 de enero de 2025
Carelia
Hace frío. La nieve son cuchillas hechas de agua que cortan los pies y la tierra. Una tierra que ya no es nuestra a pesar de que seguimos perteneciendo a ella. Somos miles, tantos que no alcanza la vista el final de la columna que avanza hacia la otra tierra que se llama igual que la que dejamos atrás, pero que la habitan otros que no son como nosotros. Mueren muchos. Morirán más. Morirá la lengua, se extinguirá nuestro modo de vida, se nos tragará la Historia.
La Historia de la humanidad es la historia de gente que huye y busca un lugar al que pertenecer de nuevo hasta que tenga que volver a huir diez o doce generaciones después. La historia de la humanidad es tener que decidir si huir o quedarse, si morir de nostalgia o someterse.
Veo la nieve caer. Karelia queda cubierta por la nieve que no veremos derretirse en primavera porque estaremos muy lejos, en un lugar al que no pertenecemos y donde no nos querrán. Donde no tendremos nada, donde no nos dejarán ser un pueblo.
Hablamos carelio entre nosotros, no podemos hacer otra cosa porque el idioma se aprende de las personas que te quieren. Primero dirán que es un dialecto y luego lo acabarán acorralando hasta que se olvide. El mundo es un viaje en el que siempre hay alguien que no quiere viajar porque ama la tierra y sabe que la tierra lo ama a él.
Es raro ser apátrida. Es raro ser un exiliado de un parís pequeño al que casi nadie conoce.
Es raro ser la primera generación que nace en otro lugar al que no pertenece su familia.
viernes, 3 de enero de 2025
Barcelona
Bueno, ya sabes, quería pasar más tiempo contigo, pero el tiempo se me fue de las manos. Pero siempre pienso en ti. A veces me siento contigo y hablamos. Sabes cómo saber más y mejor que yo.
A veces te beso, pero casi siempre hablamos uno muy cerca del otro.
Por muy lejos que estemos siempre estamos a una mirada corta de distancia.