viernes, 9 de septiembre de 2016

Cuando por fin lleguemos a nuestro destino



A veces creo que el pasado es consecuencia del futuro. Es decir, como si en el futuro tomáramos la decisión de ser quienes somos y aceptáramos pasar por todo lo que hemos de pasar hasta alcanzarlo. Como si el futuro y el pasado estuvieran pasando al mismo tiempo y tomáramos decisiones que modifican uno y otro continuamente.

Y al descubrir que eso es así nos encontráramos con momentos de transición, huecos en los que caben... quién sabe qué cabe. Que el sentido de la vida estuviera precisamente en esos momentos, ahí, en esos minutos sin objetivo que no pertenecen a ninguna magnitud, sólo al ser con que habitamos esta pobre conjunción de dimensiones.

Como si el tiempo pudiera estar en el pasado, en el futuro, en los dos a la vez... y en ninguno.

Todo evitable y todo posible.

Eternos si nos reencarnamos

Una fogata que se consume si sólo hay esto.

2 comentarios:

Nadia dijo...

Hola! Primera vez que me paso por acá, me gustó mucho tu blog y tus escritos, ya te estoy siguiendo...
Me encantaría te pasaras por el mío y quizá darle una leída? Es sobre mis relatos eróticos explícitos, estoy intentando actualizarlo más a seguido :)

Un saludo!
http://www.relatosdeburo.blogspot.com

José A. García dijo...

Pero el tiempo es una ficción, sólo la vida parece ser real, y eso no siempre... El dolor permanece, hasta que el olvido se ocupa de él.

Suerte,

J.