sábado, 17 de julio de 2010

Una jodida reflexión sobre el desdén


Dicen que las heridas del corazón cicatrizan más lentamente que las de la piel pero que acaban curando. Sabina decía que tardó en olvidar diecinueve días y quinientas noches y Estopa que el tiempo y el olvido son como hermanos gemelos. Imagino que a mí me deben faltar plaquetas, o que estuve demasiado tiempo expuesto a la cuchilla, o que esperaba demasiado (pongo tanto de mí en cada beso...), que pensaba que esta vez sí, que esta vez había una confianza ciega y tal vez lo que sólo había era la ceguera. Supongo que me duele invertir en quimeras, en que pase de prioridad a "espera que mire la agenda" en tan poco tiempo, me duele ir perdiendo privilegios, devolver llaves, a seguir estando ahí cuando se me necesita pero a no cogérseme el teléfono cuando soy una molestia.

Imagino que la culpa la tengo yo en ser un jodido optimista, un optimista sin ninguna posibilidad, en leer los puntos y aparte como puntos seguidos, como puntos suspensivos.

Y es que echo de menos bajar al centro cogidos de la mano, bailar en la cocina, el peso de su cuerpo en el sofá por la noche. Echo de menos las canciones de Estopa, las carreras por hacer la compra, dormir al otro lado de la cama y saber que estaba allí, su ipod, las cenas con vino. Echo de menos más o menos un millar de pequeñas cosas que juntas hacen que me falte una muy, muy grande.

Lo raro es que a ratos todo va pasando, y eso que se me ha hecho difícil porque yo no tengo tantos amigos dispuestos a echarme "una mano", porque si voy dejando de quererla es por esos comentarios innecesarios que iba dejando caer cuando hablábamos. El tiempo me ha ido dando la razón pero yo no quería la razón, yo quería que volvieran esas cosas diminutas a las que me fue acostumbrando y de las que poco a poco fui desterrado.

Sé que aún sigues con la costumbre de leer este blog y hasta ahora he sido discreto por ello. Pero no puedo más. No puedo dejar de pensar en esos desinteresados amigos que ahora ya sé que manipularon mezquinamente, te escucharon a la orilla del mar, con sólo el deseo de que yo desapareciera. No puedo dejar de pensar que nunca tuve una sola oportunidad ante eso. Y no puedo dejar de callarme, en no poder expresar lo que siento en este blog que es más mío que mi propio cuerpo. Puede que sea innoble después de tanto tiempo, después de todo yo también sé ser egoísta, también necesito poder contárselo a mis amigos (que nunca me me aconsejaron dejarte para luego tirarme la caña).

Pensé en cerrar el blog pero no pude y luego no quise. No, no voy a renunciar a mi ejercicio diario de conciencia, no voy a renunciar a escribir lo que sienta porque pueda leerlo o no, si su vida no tiene restricciones porque yo pueda saber cosas, la mía tampoco debe tenerlas. Gata me dijo que era cruel escribir a sabiendas de que ella lo leería y puede que lo sea, también es cruel saber cosas que no quieres saber por otros medios. Toda crueldad es innecesaria, es cierto, a veces la renuncia también lo es.

Echaré de menos la alegría de verla y echaré de menos su alegría al verme. Supongo que eso es el amor, alegría por verse y hacer las cosas juntos con ilusión. Eso se lo ha llevado el viento, preguntaré al polvo por él de vez en cuando.

Te deseo todo lo mejor, con tanto mezquino a tu alrededor (tú nunca lo verás así) va a ser difícil que tengas algo claro. Espero que todo lo que consigas te compense todo lo que pierdes, que renunciar a esto te deje mucho más liviana, más libre, más segura de tí misma.


Este post ha sido muy difícil de escribir, por un lado no quería (imaginaba que ella lo leería) hacerle daño (aún la sigo queriendo) pero por otro lado sentía la necesidad de expresar lo que siento de verdad y dejar de hacer entradas que no tenían nada que ver con lo que pasaba dentro de mí. Me gustaría deber los lunes y saber escribir poesía de verdad, o las once varas de gata para poder expresarlo con una prosa bella, bella. Pero no puedo (y no sé), llevo cinco meses roto por dentro, tres meses pegado con superglue como un jarrón (pieza a pieza), un mes triste y rabioso por tantos desplantes. Espero haberme sacado la espina, que con esto el bicho se calme y me deje dormir por las noches, espero con esto haber roto la baraja y perder de una vez por todas la esperanza de que podamos volver a estar juntos y reemprender la vida que teníamos en mente.

Curiosa (y jodidamente también) todas las canciones son de desamor. Cuelgo la que más me gusta (me sorprendió que a ella también le gustara esta). Pero es mía, esta canción es sólo mía. Porque los Estopa son de padres extremeños como yo y por muchos más motivos. No lo hago por ella, lo hago por mí.

4 comentarios:

Gata dijo...

Querido Toni,
sé como te duele, y cuanto te duele, porq una vez me dolío hasta lo que no tenía, pero todo pasa, sé q esas palabras no te dicen nada, q son o suenan en vano, pero creéme que algún día sentirás q habrás aprendido de esto para saber amar más y mejor a quien de verdad se lo merezca.

Quien te hace correr detrás de las cosas, no te ama, no es una puta carrera, sino q camina a tu lado, le dan igual tus miedos, tus limitaciones, tus medios económicos, te toma de la mano y va contigo. Hay mujeres que van por la vida probándose las personas como si fueran trajes, y cuando no se da la talla, son capaces de olvidar lo que sintieron con los besos q les diste. Yo deseo que todas ellas algún día encuentren ese "traje" que buscan, verán como empiezan a desaparecer y sabrán cual y donde estuvo el comienzo de su infelicidad.
Todos tendremos que mirarnos al espejo cuando vayamos cumpliendo años, algunas personas así tan sólo les entraran ganas de vomitar.
Te deseo lo mejor mira para delante y llama a gente que sea digna, y que te coja el teléfono sea la hora que sea. El mío todavía no lo has marcado, lo tienes y yo soy tu amiga.

Un abrazo grande grande y gracias por todo lo q dices siempre

Espera a la primavera, B... dijo...

Me gustaría creer que la gente se pierde, escucha consejos envenenados, renuncia a lo que ama hasta que se convence de no merece la pena.

Me gustaría creer que alguien le dijo que lo que tenía que hacer era perder cualquier esperanza. Ahora ¿eso qué importa?

A veces quien más crees que te quiere, sólo quiere que hagas lo que ella quiere, que sigas un ejemplo que no sirve.

En fin, Gata, gracias por el teléfono y por todo lo demás.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Esta entrada me ha tenido intrigada y hasta cabreada durante varios días... ¿El motivo? Muy sencillo, describes cosas que a mí tb me han pasado, y hace muy poquito... Además, nuestras vidas o historias, como quieras llamarle, parecen paralelas.

Las heridas del corazón y del AlmA son las más difíciles de sanar... Y yo hasta hace unos días lo que venía haciendo era "echarle más sal (gruesa) a la herida".

Muchas veces pienso que el tiempo no es realmente quien cura o hace que nos recuperemos, si no el AMOR, en cualquiera de sus formas.

Te abrazo,

Amber
P. D.: Gracias por pasarte por AlmA Abierta... Serás siempre bienvenido con una amplia sonrisa y calidez de AlmA. Ya me he hecho "Seguidora" tuya y gracias por tú haber hecho lo mismo.

Tiklia dijo...

Bueno,a mi me ha pasado un poco lo que a Amber.Yo he pasado por algo parecido, y con ciertas cosas que he leido se me ha cogido un pellizquito en el estomago que no veas...en fin,por suerte de todo se sale y poco a poco dolera menos!