jueves, 11 de febrero de 2010

el croata errante


Febrero corta como el filo de una navaja de cristal que se hace añicos al contacto con mi piel de otoño, una piel que cruje como hojas secas, como cuando se arruga un papel. Este febrero es un mes de pacotilla, un mes en el que, en algún lugar de Barcelona, quizá en alguna de las cafeterías de Vía Augusta, el personaje sin nombre de mi novela sin título se reunirá con D., el croata errante, que le dirá que se está muriendo pero que antes debe contarle algo y dejarle un legado; "una misión" dirá.

Hablará sin mirarle a la cara, como si al hacerlo, no pudiera explicarle los porqués ni los cómos, sus ojos que miran desde detrás de la bruma, ojos grises de mirada de niebla, se envolverán en el humo de los cigarrillos que se confundirán con otro humo de casas y campos perdidos. Le pedirá, esta vez sí mirándole fijamente, que siga matando por él, que siga las instrucciones precisas que le llegarán a una cuenta de correo. "Te pagarán bien pero yo nunca lo he hecho por dinero. Lo hice porque ningún crímen debe quedar impune". Le contará que existe una organización que vende identidades falsas a criminales de guerra para que pasen el resto de sus días en el anonimato. "Pero existe otra organización que los descubre y los elimina, es decir, te dicen quien es y que monstruo se esconde detrás. Te pagan por matarlo pero no puedes, una vez has recibido su identidad, no aceptar el trabajo. Si lo rechazas, ellos te matarán a tí; no pueden dejar cabos sueltos, nada debe poner en peligro la misión. Siempre podrás dejarlo si no tienes ningún encargo pendiente. Piénsalo bien, porque cuando reciba el próximo correo, ya no habrá vuelta atrás para ninguno de los dos, aunque si lo piensas tiene gracia, para mí no hay marcha atrás en ningún caso".

D. mirará de nuevo a través la cristalera y no verá pasar a los abrigos que envuelven a la gente y que los separan de este febrero que se rompe poco a poco, que se descuelga por las estalactitas de las tejas de la terraza a la que da mi mesa. En algún lugar de Barcelona dos personajes que sólo existen en mi imaginación pactarán un "me lo pensaré" y un "tú necesitas el dinero y el mundo, justicia".

Saldrán de la cafetería y tomarán direcciones opuestas, el personaje que ha decidido vivir en mi cabeza y que haga una novela sobre él verá con nuevos ojos al hombre inexpresivo y poco hablador que conoce desde hace años, años en los que no se le había pasado por la cabeza que aquel solitario guardara un secreto como ese. Pensará tal vez, en que el dinero le vendría bien, para empezar una nueva vida, una vida en la que cupieran él, ella y Chris, una vida donde no tener que correr ni salir corriendo, donde no hubieran órdenes de embargo ni servicios sociales y sobre todo, donde no hubiera que pedir por favor las cosas, donde la miseria no te empujara a trapichear con camellos de medio pelo, donde las putas no te contaran lo desdichado de sus vidas ni se echaran a llorar a mitad de servicio, una vida en la que no sentirse con un gran peso encima que te empuja cada vez más a ponerte de rodillas.

Quizá me lo encuentre mañana, tal vez pase junto a él cuando vaya hacia la Cambra de Comerç de Barcelona a entrevistarme con el servicio de ayuda a la exportación. No nos reconoceremos cuando nos crucemos por la calle, quizá en ese momento vaya dándole vueltas a la idea que D. le propuso y no repará en mí. Yo entraré en Diagonal 457 y él seguirá de largo hacia otro lugar que ninguno de los dos conoce, yo porque no he estado allí y él porque un personaje sólo va a donde dice el autor que tiene que ir, un autor intermitente que dejará colgada la historia aquí, que no la retomará en muchos días o quizá ya nunca más, que lo dejará vagar eternamente por la Diagonal, perdido y confuso, a la espera de decir "sí, acepto. Mataría por ella, por tenerla a mi lado. Para siempre".


1 comentario:

Gata dijo...

Uhmmm...muy interesante la idea. Me ha gustado mucho el q mezclaras la vida real con la de tu cabeza. Espero q continues de hecho creo..q por eso se llama así tu blog ¿no? ;)