martes, 23 de febrero de 2010

25 años


Me llama esta mañana. Me dice "soy Ana M..." Me quedo de piedra, le hago repetir su nombre aunque, sin reconocerle la voz, por su nombre sólo puede ser ella. Recuerdo que hace más o menos 25 años esperaba esa llamada, una llamada que nunca llegó. No llegó a ser ni siquiera un plantón. Simplemente no llegó a prometerme que me llamaría. Mi imaginación se lo llevó todo hacia un rincón, a un archivador en el lugar más oscuro que se llenó de polvo (hasta esta mañana). Fue mi primer amor platónico de la adolencencia.

Hace dos meses me la encontré en una reunión de la Unió Empresarial. Nos dimos las tarjetas. Para el día 26 de marzo se está organizando una cena de ex-alumnos y como ella tenía mi tarjeta pensó en avisarme. Esas casualidades de la vida.

Esas cenas deben ser como los reencuentros de las películas americanas, con baile de fin de curso y 25 años después. Siempre llegan cuando has empezado a perder pelo y te has pasado unos meses descuidando la dieta. Me da igual. Tengo ganas de verlos, éramos una clase de 55 niños más o menos según el curso. Me pregunto a cuántos de nosotros nos habrá parecido que la vida nos ha defraudado y a cuántos nos parecerá que es una aventura apasionante, si la vida que tienen es la que esperaban tener de niños, si alguna vez se creyeron de verdad (como yo) los cuentos de hadas.

Esta mañana he hecho balance de lo que soy, de lo que tengo. Y aunque parezca mentira, aunque suene a discurso sentimentaloide, me he pasado todos estos veinticinco años haciendo amigos, buscando la complicidad de los otros. Creo que siempre he antepuesto las relaciones humanas al resto. Quizá en los últimos años me he vuelto algo más huraño, cosas de la soledad pero si miro a mi alrededor me siento inmensamente afortunado porque mi vida se ha basado en buscar y dar amistad, cariño. A pocos les he negado eso, si lo he hecho ha sido por causas extremas. He querido y quiero, de eso podéis estar seguros.

Durante veinticinco años he amado y perdido, he ganado, he hecho estupideces, he hecho cosas que me han llenado y otras me sólo consumieron tiempo. He visto salir el sol en mares distintos y he hablado con personas de otros países: la buena gente son lo que parecen, la mala también, existe un lenguaje universal de miradas, hay sólo cuatro puntos cardinales pero millones de sitios en los que vivir, el ser humano (como dice el loquito de radio La Colifata en el anuncio de Aquarius) es extraordinario pero a veces es aberrante lo que hace con ese don. Veinticinco años no es nada pero me ha servido para hacer balance, para recordarme a qué le doy importancia.

11 comentarios:

Rizar el rizo dijo...

Particularmente me encanta ese anuncio y tu aparente forma de ver la vida. Para mí los amigos también son algo muy importante y si en algún momento dejara de dar cariño dejaría de ser yo.

Genética Inexacta dijo...

Pues sonrio...:) y mucho!!! Los reencuentros despues de tantos años son guays, sobre todo los reencuentros con antiguos niños, es un poco volver atrás en el tiempo.

Ya me contarás cómo fue esa cena ( ains... soy marujona, inevitablemente marujona)

Un abrazote de los grandes

Gata dijo...

Me ha encantado el último párrafo de este post...huele a hierba fresca, no sé cuando la cortas porque sabes que lo tenías q hacer ;)) y ya está.
Besos Toni
Pásalo bien

Concha Barbero de Dompablo dijo...

Bueno, bueno, bueno... nueva imagen, nuevo aire en la entrada... ¡Pero si no pareces tú! Pareces tu primo, el de Algete, que dicen los castizos madrileños :-)

Me alegro de ver cambios, seguro que es simbólico ;-)

Espera a la primavera, B... dijo...

La amistad... si existieran sólo dos personas en el mundo no les cabría otro remedio que la amistad.

Espera a la primavera, B... dijo...

Ay, Genética, la cena será el 26 de marzo. Hasta entonces tendremos que especular...

Espera a la primavera, B... dijo...

Me encanta el olor a hierba recién cortada...

Espera a la primavera, B... dijo...

La vida es cambio... y los cambios cambios son.

Anónimo dijo...

En definitiva: has vivido (vives), que no es poco. En cuanto a la vida, no siempre es la fiesta que uno esperaría, y menos mal…, sin embargo, siempre ofrece motivos para seguir celebrando. ¿Brindamos?

Scarlett

Espera a la primavera, B... dijo...

Aquí son las 8:37. Demasiado temprano para una copa de vino. Brindemos con café con leche.

Marnie J. dijo...

como dijo John Self "seres humanos, os rindo mis honores"

la ladrona de Dinero