viernes, 5 de diciembre de 2008

video: Bonnie Tyler: Here she comes

El encanto de las películas antiguas... y mi amada Metropolis. La vi por primera vez un domingo ocioso, entonces yo tenía trece o catorce años. Entonces todavía hacían dos películas por sesión y ésta era la de "relleno". Una obra maestra de todos los tiempos como acompañante de cualquiera de puñetazos. Era lo que tenían los cines de pueblo, que el ilustrado de turno te metía cultura con el cebo de las pelis de Bud Spencer. Supongo que cuando algo es extraordinario es imposible quedarse indiferente y mi pequeño cerebro lector adolescente ya empezaba a ser sensible al arte de contar historias. Quizá entonces ya decidí que quería contar a otros, que quería inventar mundos, y tal vez, en ese mismo instante me propuse sin saberlo aprender a relatar. Si miro hacia atrás y dejo atrás los cursos que he hecho y me paro a ver sólo qué motivaciones tuve en cada momento me doy cuenta que toda mi formación la encaré al día en que me pusiera a escribir mis relatos. La ingeniería, la empresa, esas cosas, sólo fueron para cubrir expediente, para parecer pertenecer a la sociedad.
Las próximas entradas serán de la novela.

1 comentario:

* Sine Die * dijo...

Estoy deseando volver a bucear en el hilo de la novela... :)

Eres la persona que mejor escribe de mi planeta.